Había oído que este médico inglés era un pervertido gay... y no pude evitar ir a verle a la consulta. Estuvo a la altura de mis fantasías. El tipo era varonil y dominante, me pidió que me pusiera la ropa interior, me hizo los exámenes habituales y de repente me revisó la polla, la midió, la masturbó... Se me puso dura rápidamente y cuando se ofreció a chupármela y luego a follarme estaba demasiado ansioso para dejar que me controlara. Me hizo correrme en un tarro mientras me follaba.